Io Sono: la escultura invisible que desafía los límites

Io Sono (en italiano: “Yo soy”) es una escultura inmaterial creada por el artista italiano Salvatore Garau en 2020. No se trata de un objeto tangible, sino de un espacio vacío —normalmente delimitado con cinta sobre el suelo—, validado por un certificado de autenticidad que indica su ubicación exacta y dimensiones. La obra existe por la energía, el pensamiento y la intención, no por la materia visible.

“Io sono”, por Salvatore Garau (créditos de la imagen a: Indepest.com)

Historia

La escultura invisible Io Sono fue concebida por el artista italiano Salvatore Garau en 2020, en un momento marcado por la pandemia mundial y el cierre de museos, galerías y espacios físicos. En medio de este contexto de aislamiento e incertidumbre, Garau propuso una obra que no pudiera verse, tocarse ni moverse: una escultura completamente inmaterial, creada a partir del pensamiento, la intención artística y el poder de la imaginación.

La primera instalación pública de Io Sono se realizó en la Plaza de la Scala de Milán, donde se colocó un cuadrado delimitado con cinta blanca sobre el pavimento. En el centro no había nada visible, pero sí una etiqueta con el título, las dimensiones y la firma del artista. Esta acción performativa ya anticipaba el carácter simbólico de la obra: el espectador debía llenar el vacío con su interpretación, reconociendo que el arte no siempre necesita un cuerpo físico para existir.

En mayo de 2021, la obra fue subastada en una galería italiana por 15 000 euros (más gastos de gestión), y su comprador recibió un certificado de autenticidad que validaba la existencia conceptual de la escultura. Lo interesante es que la obra “existe” solo si se coloca en un espacio específico, libre de obstáculos y conforme a las instrucciones del artista. En otras palabras, la escultura no es lo que se ve, sino lo que se afirma que está allí.

A raíz del éxito mediático y las discusiones que generó, Garau realizó otras obras similares, como Davanti a te y Afrodite piange. Incluso fue demandado por el artista estadounidense Tom Miller, quien reclamó haber creado antes una escultura invisible, pero sin éxito legal. Garau defendió su trabajo como una reflexión filosófica sobre el vacío, el lenguaje, y la energía latente en el “espacio”. Desde entonces, Io Sono ha sido considerada una de las piezas más extremas —y debatidas— del arte conceptual reciente.

Certificado de autenticidad de “Io Sono”

Breve contexto sobre el autor

Salvatore Garau (nacido en 1953, en Italia) es un artista visual contemporáneo con formación en pintura y música. Comenzó su carrera como baterista del grupo progresivo Stormy Six, pero más tarde se volcó por completo a las artes visuales. Su obra transita entre lo pictórico, lo performativo y lo conceptual, con un enfoque poético y filosófico sobre el espacio, la percepción y el vacío. Garau ha expuesto en importantes instituciones europeas y en la Bienal de Venecia, y es conocido por explorar los límites de lo visible, especialmente a través de esculturas inmateriales como Io Sono, que lo posicionaron en el centro del debate internacional sobre el arte contemporáneo.

Características de la obra

A simple vista, puede parecer que no hay nada. Pero en realidad, Io Sono es una de las obras más radicales del arte conceptual actual. Su fuerza no reside en un objeto, sino en la idea, en el vacío como espacio activo y en la forma en que el espectador reacciona ante lo que no ve:

  • Escultura inmaterial: no hay forma, volumen ni materia visible. La obra está compuesta únicamente por un espacio vacío cargado de intención artística.
  • Certificado de autenticidad: el valor de la obra se basa en un documento firmado por el artista, que incluye el título, dimensiones y la ubicación asignada para “instalar” la escultura.
  • Dimensiones precisas: el espacio asignado suele ser de 150 x 150 centímetros, según las instrucciones entregadas al comprador.
  • Requiere un entorno definido: para “exponerla”, se necesita un espacio libre, sin interferencias, donde la obra pueda existir como presencia simbólica.
  • Fundamento filosófico: Garau argumenta que el vacío tiene energía y sentido. La obra remite al principio de incertidumbre y a la percepción del arte como idea pura.
  • Crítica al mercado del arte y al consumo material: propone una alternativa al arte tradicional y a los NFTs, cuestionando qué es lo que realmente se compra cuando se compra arte.

Preguntas frecuentes sobre la obra

❓ ¿Qué es exactamente Io Sono?

En la Galería de la Academia de Florencia de Florencia, desde 1873.

❓ ¿Qué se entrega al comprador?

Se hizo grande para que la figura resultara visible desde el suelo si hubiera estado en la catedral.

❓ ¿Dónde se puede exhibir la obra?

Para enfatizar el poder de la fuerza en perspectiva (elementos clave como la piedra y la mano son los focos visuales).

❓ ¿Es esto realmente arte?

Sí, dentro del marco del arte conceptual. Io Sono no pretende ofrecer una experiencia visual tradicional, sino provocar reflexión sobre el vacío, el lenguaje, el mercado y la percepción artística.

❓ ¿Se puede revender?

Sí, como cualquier obra de arte. La reventa está vinculada al certificado original. Sin ese documento, la escultura no tiene valor en el mercado del arte.

Mitos y realidades

Chica sentada sosteniendo carteles positivo y negativo
Los creas o no, aquí te explicaré cómo algunas de estas creencias populares son, de hecho, ¡mitos! Foto cortesía de Freepik.

Desde su aparición, Io Sono ha sido una obra envuelta en polémica y confusión. Al tratarse de una escultura invisible, muchas personas la interpretan superficialmente o la malentienden. Aquí desmontamos algunos de los mitos más comunes para entender mejor su verdadero alcance artístico.

❌Mito 1: «No hay nada, así que no es arte»

✅Realidad: Io Sono pertenece al arte conceptual, donde la idea tiene más peso que el objeto físico. Al igual que obras de artistas como Yves Klein o Duchamp, esta escultura propone una experiencia basada en la percepción, el espacio y la intención del autor.

❌Mito 2: «Cualquiera puede hacer lo mismo en casa»

✅Realidad: Solo quienes poseen el certificado de autenticidad emitido por Salvatore Garau pueden considerarse propietarios de una obra válida. Sin ese documento, cualquier imitación carece de legitimidad artística y de valor en el mercado.

❌Mito 3: «Es una estafa o una burla al arte»

✅Realidad: Aunque genera controversia, la obra está respaldada por un discurso sólido, una trayectoria artística seria y una reflexión profunda sobre la materialidad, el vacío y el lenguaje. Su intención no es burlarse del arte, sino cuestionar sus límites.

Conclusiones

Io Sono no es una obra para ver, sino para pensar. Salvatore Garau propone una escultura radical que se aleja de la materia y nos obliga a cuestionar la esencia misma del arte. En lugar de mostrar algo, nos invita a habitar el vacío, a reconocer el poder simbólico del espacio y la energía de la intención.

Lejos de ser una broma, esta escultura invisible continúa una tradición conceptual que lleva décadas redefiniendo los límites del arte. No se trata solo de lo que se ve o se compra, sino de lo que se imagina, se afirma y se comparte como experiencia colectiva. En un mundo saturado de imágenes y objetos, Io Sono recuerda que a veces, lo más potente es lo que no puede tocarse.

Fuentes

Despliega este texto para ver las fuentes de referencia para este artículo.

CONTENIDO RECIENTE

SOBRE EL AUTOR

Rubén Santos

Pintor
Fundador de Artedorine

Última revisión: 2 de septiembre de 2025

Comparte